Con la más profunda alegría y entusiasmo, estamos de vuelta.
Agradezco a la Divinidad por mostrarme nuevamente el camino.
Agradezco también a Rita, quien nos acoge nuevamente en el Centro Soham para impartir esta poderosa técnica de limpieza.
Agradezco también a los asistentes de los ya 14 talleres de este año.
Por la invaluable oportunidad de limpiarnos.
Esperamos, sin expectativa, continuar el camino.